V-CENÁCULO DEL AÑO SANTO
Día 4
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oh pura Virgen María, concebida sin pecado, desde el primer instante fuiste completamente inmaculada. Oh gloriosa María llena eres de gracia, tú eres la madre de mi Dios, la Reina de los ángeles y de los hombres. Te venero humildemente como la madre elegida de mi Salvador, Jesucristo.
El Príncipe de la Paz y el Señor de los Señores te eligieron por la singular gracia y el honor de ser Su amada madre. Por el poder de Su Cruz, te preservó de todo pecado. Por lo tanto, por Su poder y amor, tengo esperanza y confianza audaz en sus oraciones por mi santidad y salvación.
Oro para que tus oraciones me lleven a imitar tu santidad y sumisión a Jesús y la Divina Voluntad.
Reina del Cielo, te ruego que supliques a mi Salvador que me conceda estas peticiones...
(Menciona tus intenciones)
Mi santa Madre, sé que fuiste obediente a la voluntad de Dios. Al hacer esta petición, sé que la voluntad de Dios es más perfecta que la mía. Así que, concédeme que pueda recibir la gracia de Dios con humildad como tú lo hiciste.
Como última petición, les pido que oren para que yo aumente la fe en nuestro Señor resucitado; Les pido que oren para que yo aumente la esperanza en nuestro Señor resucitado; ¡Te pido que ores por mí para que aumente el amor por Jesús resucitado!
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.